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En los últimos días, las redes sociales y algunos portales de noticias han alimentado rumores sobre el supuesto "regreso" de los lobos gigantes, muy similares a los famosos huargos que acompañan a los Stark en la exitosa serie Juego de Tronos. Pero, aunque el titular suene emocionante, la realidad es muy distinta.
El interés se ha despertado por videos y fotografías de grandes lobos en cautiverio y ejemplares de razas caninas como el Tamaskan, el perro lobo checoslovaco o el Alaskan Malamute, todos perros de gran tamaño con una apariencia salvajemente parecida a los huargos de la ficción. Sin embargo, estos animales son producto de cría selectiva, no de ciencia genética futurista.
Los verdaderos "lobos terribles" sí existieron La inspiración real detrás de los huargos viene del Canis dirus, conocido popularmente como el "lobo terrible", una especie que habitó América del Norte durante la Edad de Hielo y que se extinguió hace más de 10.000 años. Estos lobos eran más robustos y poderosos que el lobo gris actual, y se cree que cazaban en manada grandes presas como bisontes y caballos salvajes.
A pesar de su fama renovada gracias a la televisión, los dire wolves siguen siendo una especie extinta. Aunque sus fósiles se han encontrado en lugares como los depósitos de alquitrán de La Brea en California, no hay tecnología actual capaz de traerlos de vuelta a la vida.
¿Y si la ciencia los "resucitara"? La posibilidad de revivir especies extintas ha sido un tema de investigación real, especialmente con proyectos como el del mamut lanudo o el tigre de Tasmania. Herramientas como CRISPR han abierto la puerta al debate sobre la "desextinción", pero aún hay grandes limitaciones científicas, éticas y técnicas.
En el caso del lobo terrible, la falta de ADN suficientemente conservado complica cualquier intento de clonación o ingeniería genética. Por ahora, sigue siendo una criatura del pasado... y de la televisión.
Ficción y fascinación Mientras tanto, el atractivo visual y simbólico de los huargos sigue vivo en el imaginario popular. Los amantes de Juego de Tronos pueden seguir maravillándose con su imagen, pero deben saber que esos majestuosos compañeros de los Stark siguen perteneciendo al reino de la fantasía.